ADVERTENCIA: El siguiente artículo contiene spoilers de Godzilla: City on the Edge of Battle, que se transmite ahora en Netflix.
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Godzilla: Planet of the Monsters de Netflix concluyó con un cliffhanger épico a principios de este año, ya que detallaba el regreso de la humanidad de las estrellas para recuperar la Tierra de Godzilla. Han pasado 20.000 años desde que la humanidad fue expulsada del planeta, y después de que fracasara su expedición intergaláctica para localizar un nuevo hogar, el contingente regresó para matar al lagarto con nuevas tácticas bajo la manga.
Lamentablemente, el monstruo que mataron resultó ser la descendencia de Godzilla, y el padre mamut y la criatura original que arrasó la Tierra terminaron resurgiendo al final de la película para destruir a los sobrevivientes.
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En City on the Edge of Battle, los miembros restantes de la alianza (una mezcla de humanos y extraterrestres que quieren colonizar el planeta) encuentran una carta de triunfo a través del nanometal, una aleación especial que puede matar a la bestia. Sin embargo, sus planes fracasaron a lo grande, dejando a Godzilla como el vencedor una vez más. Afortunadamente, en el proceso, la humanidad descubre un secreto final para nivelar el campo de juego en el próximo tercer y último capítulo.

La resistencia, liderada por el Capitán Haruo Sakaki, desenterra un depósito de nanometales en la base donde Mechagodzilla fue destruida en la primera película. También descubren que el cerebro del robot se ha vuelto algo sensible, usando la aleación para crear una ciudad que actúa como base de defensa, oculta a Godzilla como parte de su evolución y supervivencia general. Haruo, con la ayuda del pueblo Houtua (sobrevivientes indígenas que se han adaptado al reinado del monstruo), trabaja con las especies alienígenas Exif y Bilusaludo para usar el nanometal y armar la base, colocando una nueva trampa para la criatura.
En un final explosivo, Haruo lidera un equipo de tres, pilotando robots parecidos a Voltron llamados Vultures, a la batalla, usando las armas inspiradas en los mech para atraer al Godzilla de mil pies a la ciudad. Allí, disparan a la criatura, activan dispositivos EMP para bajar el escudo de Godzilla y despliegan arpones nanometales para perforar su exterior; que, como mostró la primera película, haría que el monstruo explotara. Lamentablemente, demuestra ser capaz de adaptarse a este ataque y utiliza su calor interno generado como arma en la resistencia.
Página 2: Cuando se pierda toda esperanza, espere la escena posterior a los créditos
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